lunes, 18 de febrero de 2008

Literatura de viajes

  • [Arenas de Arabia]

Esta obra maestra de Wilfred Thesiger (1910-2003, el último de los grandes viajeros y exploradores ingleses) es el mejor de sus libros y habla sobre los cinco largos años que el autor empleó viajando entre las gentes nómadas del sur de la península arábiga (Yemen, Omán, Arabia Saudita, y Emiratos Árabes) a finales de los años cuarenta, poco antes de que llegara la fiebre del petróleo, cuando el Oriente Medio no había cambiado aún desde hacía siglos y donde sus amigos beduínos se sentían aún libres en el desierto. Son muchos los detalles que hacen de esta obra un clásico de la literatura de viajes: la visión que nos da sobre la calidez, la generosidad y la ferocidad del pueblo beduíno; la hermosa escritura sobre un lugar y una época que ya dejaron de existir; y su profunda reverencia por el desierto mismo. Pero lo que realmente distingue esta obra de Thesiger es su puro amor por el viaje, por la propia experiencia que este supone. Ignorando el romanticismo obvio, el hecho de tratar de vivir la vida en primera persona, de sentir el mundo por uno mismo, es el verdadero motor que impulsa al viaje. Por todo ello este magnífico libro es su tributo a tradiciones ya desaparecidas.

  • [Las islas felices de Oceanía]

El escritor norteamericano Paul Theroux demuestra que en el mundo de la literatura de viajes la aventura todavía es posible. Y lo es sin recurrir al sensacionalismo: Theroux quiere recorrer un lugar concreto del mundo y busca el medio de transporte más adecuado. Se embarca en un kayak desmontable y recorre 51 islas del Pacífico, desde Nueva Zelanda y Australia a las Marquesas, Samoa, Pascua, Tonga, Tahití, las Salomón... No pretende correr riesgos innecesarios o batir récords absurdos. Quiere encontrar el paraíso, un lugar soleado en el que huela a sal y a espuma de mar. Su descripción del Pacífico es seguramente una de las más amenas e instructivas jamás realizadas, con el ritmo narrativo de Conrad, la pasión juvenil de London y la clase de Stevenson.

  • [Memorias de un primate]


Robert M. Sapolsky ha entrado en la escogida élite de los escritores naturalistas, este pequeño microcosmos verde por el cual se pasean ejemplares humanos tan brillantes como Gerald Durrell, Jane Goodall o George B. Schaller. El doctor Sapolsky, voluntario del Museo de Ciencias Naturales de Nueva York con 21 años, viaja a Kenia con dos únicas herramientas en su equipaje: algunos conocimientos de Suajili y toneladas de entusiasmo. Es un idealista que tiene como objetivo central de su vida estudiar los primates en su hábitat natural. Sus textos son vigorosos, creativos y infinitamente sorprendentes. Leyendo a Sapolsky conocemos Kenia, intimamos con sus habitantes y disfrutamos de detalles inéditos de un continente en peligro. La ciencia, con sus imprescindibles dosis de información y rigor, puede resultar divertida. Y el lector no especializado puede disfrutar con ella. Este es el gran logro del biólogo norteamericano, uno de los grandes descubrimientos de la literatura de naturaleza de los últimos tiempos.


  • [Medianoche en Sicilia]

El autor, Peter Robb ha vivido catorce años en el Mezzogiorno italiano; de su experiencia surge "Medianoche en Sicilia" (1996), obra que obtuvo el Premio Victorian Premier. En manos de Robb el paisaje de Sicilia aparece como una metáfora de su historia que está ligada inextricablemente a la cocina, el arte, y a la mafia. Robb ha conseguido un libro de viajes que es un retrato de un país en una situación muy difícil, que ofrece al lector un cuadro, lleno de escenas y personajes, por dónde nuestra imaginación puede vagar. Desde la génesis de «El Gatopardo» hasta las costumbres sexuales de los mafiosos, Robb condensa medio siglo de historia.



Katiiia*!♥

1 comentario:

J.Javier Martínez González dijo...

Veo que trabajas y haces los deberes desde casa, lo cual me agrada mucho. Que te recuperes pronto y seguiremos en cibercontacto...